• Las guarrerías hipercalóricas atacan de nuevo

    ...esta semana me fui a un conbini y arramplé con un montón de bolsas de patatas y similares para ofreceros el segundo capítulo de "Ay la patatica!" (nombre no-oficial). Curiosamente, esta entrada es justo despues de que Akira pusiera la del katsudon, que es bastante más sana y sabrosa... ..

  • Giseigo y gitaigo o las onomatopeyas del japonés

    Una de las cosas que más me gustan y más gracia me hacen como estudiante de japonés son las onomatopeyas...

    ...formando un vocabulario capaz de expresar una cantidad de cosas realmente sorprendente. Estas se dividen en dos tipos, los giseigo (擬声語) y los gitaigo (擬態語)...

  • Haciendo un buen katsudon (カツ丼)

    ...para mí el mejor katsudon del mundo es el que hacemos en casa, aunque bueno, esto ya se sabe, todo el mundo dice "las croquetas de mi madre son las mejores" y entonces tendríamos miles de croquetas mejores del mundo...

    ...Es un plato que se tarda en hacer, pero en el fondo es bastante fácil...

  • Ay la patatica!

    Llevaba unos dias planeando lo que iba a poner, pero no he tenido mucho tiempo últimamente, y viendo que el amigo Javi ha hecho una entrada similar, pues voy a complementarla.

    Aquí siempre me llaman mucho la atención las distintas bolsas de guarrerías y bollos de las tiendas, y aunque no esta bien guarrear a menudo...

jueves, 24 de febrero de 2011

La abuelita de Hokkaido y Algonquin Park

Fue prácticamente en la primera semana que convencí a mis recién conocidos compañeros de clase para ir a una excursión a Algonquin Park. Nuestras expectativas respecto al viaje eran realmente altas, creo que debido a lo estupendos carteles publicitarios que rondaban por toda la escuela de inglés y que embaucaban a todo aquel que lo veía: naturaleza por todas partes, puestas de sol increíbles, animales como osos, ardillas y alces por todos lados, exploración y montar en canoa, todo eso prometía el viaje. No tardaríamos mucho en descubrir la verdad.

Una tarde de estas en las que todos mis compañeros tenían algún compromiso decidí ir con un amigo a algo que él llamaba "Open House". No estábamos muy seguros pero al parecer se trataba de una reunión de gente de varias partes del mundo para hablar básicamente de lo que te viniese en gana, pero al llegar nos dimos cuenta de que había un royo religioso un poco extraño. Aquella reunión tenía lugar en el pequeño piso de una anciana que era cura y que de vez se dedicaban a leer la Biblia para, teóricamente, enseñar inglés. Bueno, todo esto parece un poco de locos, pero en aquella ocasión se trataba simplemente de hablar con personas de otras partes del mundo y que la verdad, fue bastante interesante. Pude hablar con gente nativa, con varios estudiantes de mi misma condición y con alumnos de la universidad de Toronto, por lo que creo que fue una experiencia bastante buena y productiva.

Lo curioso del tema fue cuando me enteré de que aquella ancianita había pasado 20 años viviendo en Sapporo (Hokkaido) allá en los años 70 dando clases en la universidad de la misma ciudad. Yuichi, el amigo con el que fui, era precisamente de esa ciudad y escuchamos con atención todas las experiencias que nos iba contando. Dificultades con el idioma, diferencias culturales, malentendidos, y un largo etc que parecían más penurias que alegrías y que sin embargo acabó diciéndonos que no se arrepentía de nada. Si ya creo que es bastante increíble que mi padre viviese en Tokio en los años 80, no me puedo imaginar como sería la de esta anciana en una ciudad en la que supongo, ella sería prácticamente la única occidental. Creo que mi interés por Hokkaido ha aumentado bastante desde entonces y espero poder hacer una visita en un futuro no demasiado lejano.


Fue al rato que empezamos a hablar con su marido, comentándole mi próxima incursión a Algonquin Park. Rápidamente me bajó de la nube diciendo que no esperase gran cosa y mucho menos ver animales, pero que bueno, que aquello era bonito y que "just OK". Cuánta razón llevaba el hombre, por no ver no vimos ni pájaros pero por lo menos el chasco me lo llevé allí y no durante el viaje oye.

Llegó el día y tras tres horas de autobús en las que acabamos hablando de música coreana (tema del cual no se nada y sigo sin saber nada xD) llegamos a Algonquin Park. 


Comenzamos con una gran subida por un bosque para llegar a un sitio con unas vistas bastante buenas. 



Muy animados estábamos, y muy despistados también. Cuando llevábamos media hora allí nos empezamos a preguntar porqué nos habíamos quedado solos en la montaña, y es que el grupo se había marchado olvidándose de nosotros. Fue un pequeño susto pero con final feliz, dando vueltas por la montaña acabamos dando con la guía, bastante enfadada regañándonos como si estuviésemos en el colegio.

Tras dejarnos explorar un poco y comer comida basura, nos dirigimos al lago a recibir clases de canoa. Sin duda fue lo mejor de la excursión.



Manejar una canoa es bastante fácil. Se hace con 3 personas, la de delante y la del medio reman (ya sabéis, diciendo ¡un, dos! ¡un, dos!) y el de atrás, al no haber timón, tiene que dirigir la cona remando hacia el lado contrario al que queremos girar, lo cual requiere bastante fuerza y trabajo que dejamos a mi amigo tirillas, por lo que girar giramos poco.


Aquí yo remando como un campeón. Se hacen brazos eh


Este era un cachondo


Foto con gente con la que nos chocamos por no saber girar, era la canoa de mi amigo el cachondo

Tras las clases de canoa poco le quedaba ya a la excursión. Y nos metimos en la cafetería, que hacía mucho frío en aquel lugar.


Hacía frío, pero Kim era una exagerada.


Aquí tenemos a mi amigo tirillas Ji Hwan, posando cuando ya se estaba acabando el día.

Al volver todos sopas en el autobús como siempre. Fue un gran día.

domingo, 20 de febrero de 2011

Más anuncios de los trenes

Hoy he estado en el parque de Yoyogi por la mañana y al entrar en el vagón de vuelta me he dado cuenta que era uno de los vagones conmemorativos de One Piece, que celebran que han venido chorrocientas mil copias (creo que 200 millones, pero no lo sé seguro). Por cierto que al salir del parque, como siempre nos hemos encontrado con los círculos de rockeros, que desde hace años se reunen ahí (pero me da que los van reciclando, porque juraría que ni eran tantos ni eran tan "jóvenes" comparados con la primera vez).
Son estos, con el video tomado desde mi guarrerida saca-fotos:



Pero volviendo a lo de los trenes, la conmemoración esta de los vagones por lo de One Piece (que es un manga famoso de aquí, un poco como bola de dragón en su día) la hacen a lo grande los jodíos.


Exterior de uno de los vagones con los personajes

Hasta ahí todo bien, porque en Madrid por ejemplo tambien los hacen así decorados, así que no me llamó mucho la atención, pero luego entras y te encuentras el vagón con sus anuncios y publicidad ligeramente distintos. De esta guisa, concretamente:



Como veis, en lugar de publicidad como es habitual, hay sólo imágenes del manga. Pero es que no es sólo eso: cada vagón es temático de uno de los personajes. Este era el de Zoro.




Pero el siguiente (el que se ve a traves de la puerta de la foto), es sobre Luffy:




Y por último, en las teles de los vagones, en lugar de anuncios ponen un trivial con preguntas de la serie:

Me pregunto si en los tiempos de bola de dragón (que supuestamente era mas popular, aunque claro no vendió tanto) hicieron cosas de estas...

sábado, 12 de febrero de 2011

Donguri koro koro, una canción con recuerdos.

El otro día, cuando os hablaba el las onomatopeyas del japonés, os mencioné la canción de la bellota que rueda, y que esta al rodar emite el sonido "koro koro" a modo de onomatopeya.

La verdad, no me acordaba de esta canción, y fue hace dos o tres años que la volví a escuchar por casualidad, devolviéndome algunos recuerdos de mi vida en Tokio cuando era pequeño, recuerdos que transmiten cierta nostalgia de algo que en realidad no logro recordar, por contradictorio que suene.

En aquel momento, cuando volví a escucharla, mi japonés era muy básico o nulo y no pude entenderla. Me pareció increíble cómo de pequeño podía cantar y entender esta canción sin esfuerzo cuando nos la enseñaron en la guardería. Ahora que estudio japonés he podido traducirla y me ha hecho bastante ilusión. Al ser una canción infantil, usa un japonés muy básico, pero aun así he podido cometer errores en la traducción.


どんぐりころころ La bellota que rueda y rueda




どんぐりころころどんぶりこ
donguri koro koro donburiko
La bellota rodó y rodó

お池にはまってさあ大変
oike ni ha hamattesaa taihen
pero se callo a un estanque ¡oh no!

鰌が出て来て今日は
doujo ga detekite konnnichiha
salió un dojou**, ¡hola!
**El dojou es un tipo de pez

ぼっちゃん一緒に遊びましょう
bocchan issho ni asobimashou
Chico ¿jugamos juntos?

どんぐりころころ喜んで
donguri koro koro yorokonde
la bellota rodaba felizmente

しばらく一緒に遊んだが
shibaraku issho ni asonda ga
Jugaron juntos durante un tiempo pero...

やっぱりお山が恋しいと
yappari oyama ga koishii to
como era de esperar, cuando la bellota empezó a echar de menos la montaña...

泣いては鰌を困らせた
naite ha dojou o komaraseta
hizo que el dojou se preocupase

どんぐりころころどんぐりこ
donguri koro koro donburiko
。。。

lunes, 7 de febrero de 2011

Merienda en el...¿museo?

Ayer por fin pude decir que tengo una casa hecha y derecha, porque ya me trajeron mi sofa. Ya sólo me falta que mi pereza llegue al nivel de dormir en él por no sacar el futon (que ahora lo guardo en el armario), y de hecho, ayer faltó poco.
El susodicho artefacto es este:

La basura tirada es cortesía del que escribe

Ahora lo único es que no me cabe nada mas en la habitación, y tendré que empezar a apilar todo en estanterias a lo japo, del suelo al techo. Pero a lo que vamos, quería hacer una entrada cortita, sobre cuando fui al museo del ramen de Yokohama, que fui hace ya tiempo y ya lo tenía algo olvidado.

El museo del ramen, tiene más de parque temático que de museo, aunque si que tiene un expositor con la hsitoria del ramen. Para los que no lo sepan aun (que alguno habrá) el ramen son los fideos chinos, que aqui son superpopulares, y se toman con distintas carnes, verduras y setas en sopas, de gustos muy variados. Como curiosidad, en los tiempos de la posguerra se les llamaba sina soba (el soba son unos fideos japoneses,y  lo de sina es por china).

 La posguerra japo en tecnicolor

El museo que nos ocupa ahora consiste en una especie de escenario de cine gigante (está metido en un edificio muy grande) que imita el Japón de finales de los 50, y en el que hay distintas tiendas de ramen, que son minisucursales de tiendas famosas repartidas por todo japon. Con lo de famosas quiero decir que no es que sean cadenas normales de tiendas de ramen, sino que supuestamente tienen cierto prestigio. El panorama es este (de nuevo siento la calidad, ya sabeis que no soy muy fotero):

Como en el Show de Truman, hay cielo pintado y todo

A parte de la entrada (que son 300 yenes), el ramen de las tiendas no es nada caro (cuesta a veces incluso mas barato que tiendas de fuera). De hecho el problema está en que el ramen llena tanto que es imposible poder tomar un plato de cada una de las 9 tiendas del interior.

Y como en el Show de Truman, tambien anochece!

Pero existen varios trucos.  En primer lugar s epuede comprar una ración "mini". La he puesto entrecomillada, sí, porque de mini no tiene nada, sino que es una cantidad bien maja, y ademas el ramen no llena poco precisamente.
A mi me bastaron dos raciones para llenarme a lo bestia, pero al menos pude probar dos distintos.
 Lo cachondo es que te dicen que se espera que los adultos tomen una ración completa... (estos japos y sus reglas extrañas, que luego esperan que la gente cumpla).

Tienen hasta calles que no llevan a ningun sitio y urbanísticamente absurdas, como en la realidad

Otro cosa que hace la gente es comprar un bono anual (o mensual, no recuerdo como iba) e irse allí a comer de normal. De hecho son muchos los oficinistas que te encuentras allí a la hora de comer un día cualquiera.

No se ve bien pero en un lado está un tipo contando historias con dibujillos
El sitio además tiene tiendas de recuerdos, y de aperitivos, así como espectaculo callejero de vez en cuando en la plaza central. Una curiosidad es que las golosinas y refrescos que vende son cronológicamente correctos, así que son los mismos que se podían encontrar en los 50, envase vintage incluido.

Por último en la entrada hay una enorme tienda de recuerdos con las chorricosas de siempre: llaveros, adornos para móvil, cuadernos...pero tambien con herramientas para hacer ramen y con sets con los ingredientes para hacer los distintos tipos que hay en el museo. Pero vamos, con mis habilidades culinarias me limitaré a las tiendas de ramen...