Seguimos con el viaje a Canadá ¡Os aconsejo leer la primera parte antes!
Primera mañana con la familia, subí a desayunar y ¡vaya sorpresa me lleve! tenía un compañero brasileño que iba a la misma escuela que yo! Tras presenciar las típicas discusiones familiares mañaneras (y es que el niño pequeño era un trasto) me dispuse a ir a la escuela con mi compañero, a ver si no nos perdíamos demasiado por el camino.
Toronto es una ciudad en la que no te puedas perder fácilmente, tiene un mapeado cuadriculado y está llena de calles rectas y enormes que nunca acaban. Sin embargo uno a veces uno se lía un poco con el transporte público. El metro es bastante rápido y puntual, pero sólo consta de dos líneas, así que para ir a cualquier sitio necesitas coger después un autobús o un tranvía (o ser un machote y andar).
Los primeros días de clase fueron muy interesantes, perdiendo toda la timidez que en un principio creía que iba a tener pude conocer un montón de gente y no tardé en organizar varios grupos para ir viendo un poquillo la ciudad.
Respecto a la escuela, la primera impresión fue muy buena. Estaba llena de gente de todas partes del mundo y las clases eran bastante completas e incluso te dejaban elegir asignaturas optativas. Yo elegí la típica clase de “speaking and listening” que creo que es en lo que más flojo estoy, aunque también había muchas asignaturas de preparación para exámenes oficiales o para entrar en la universidad. Lo que me gustó mucho de las escuela fue la sala común, donde se podía conocer un montón de gente y podías ver las actividades que se iban organizando como fiestas o viajes.
Por cierto, lo de las fiestas con la escuela salía muy bien porque pasabas gratis a los sitios (ya que por lo que vi allí, hay que pagar entrada en casi todos los locales) y además conocías un montón de gente.
Por si a alguien le interesa la escuela a la que fui se llama ILAC.
Como os he dicho, organicé varias quedadas, empezando por el Royal Ontario Museum aprovechando que era gratis los miércoles. Este museo es uno de los museos de historia natural más grandes del mundo.
El museo tiene un montón de galerías de arqueología, geología, zoología, paleontología, etc... No nos dio tiempo a ver tanto como quisimos, sobretodo porque no sabíamos que el museo cerraba a las 6 y nos lo tomamos con bastante calma.
Desde luego la exposición de los dinosaurios me gustó muchisimo, me lo pasé como un niño pequeño, aunque luego me dio rabia perderme la exposición temporal que tenían sobre los guerreros de terracota de Xian.
Aunque también había otras cosas interesantes.
Después del museo fuimos a ver la Universidad de Toronto, y tengo que decir me encantaría volver a la universidad sólo por ir a esta facultad.
Mis compañeros estaban cansados y se quedaron fuera pero yo me metí a ver por dentro la universidad.
En las fotos parece que no hay nadie pero la verdad es que estaba llena de gente y además estaban celebrando una especie de “feria del libro”. Un ambiente muy universitario en general.
Al día siguiente fui al parlamento de Ontario con mi compañero de habitación en una visita guiada que organizaba la escuela. Una visita que me gustó bastante aunque no nos contasen nada demasiado interesante sobre el sistema político canadiense.
Lo interesante del día vino cuando fuimos después al chinatown. Lejos de ser espectacular es muy interesante meterse en las tiendas que hay por allí y curiosear la cantidad de productos extraños que tienen. Sorprendentemente tienían bastantes cosas japonesas, como las famosas bebidas de Calpis o Ramune y diferentes pescados secos que a mi me encantan para acompañarlos con une buena cerveza (supongo que esto también formará parte de la gastronomía china).
Me gustaría haber visto todos los carteles iluminados por la noche que le dan ese ambiente que tanto me gusta.
Una de las visitas que más me gustó fue la de Kensington Market conocido antiguamente como el mercado judío cuando se instalaron allí una gran oleada de inmigrantes (supongo que con una mayoría judía). Parece que posteriormente se instalaron allí los latinos y actualmente es una de las calles más famosas de Toronto, llena de puestos de verduras, frutas y alimentos de todo tipo. También cabe destacar que hay un montón de pubs con música en directo.
Es un barrio de estos que tiene un encanto especial por ser tan diferente al resto de la ciudad, diría que es algo así como un barrio hippy y muy multicultural.
Más tarde me enteré de que los domingos la calle se hace peatonal y tiene un ambiente mucho más animado. Investigando un poco esto último di con este video:
Pues que chula la uni, me ha recordado a la Todai, por fuera. No como la mía que es más fea... menos mal que ya no tengo que verla XD
ResponderEliminarPUdiste practicar japonés también no? No hace falta que te vayas a Japón, jeje.
Eso si, muchas fotos de turismo, pero de estar estudiando...
Que si que si, que yo estudiaba mucho eh, 5 horas al día de clase y luego muchos deberes para casa. La cosa es administrar bien el tiempo :P
ResponderEliminarAdemás se aprende mucho más hablando inglés con los compañeros que en las propias clases.
Muy chulo el post. Coche de cesped dios.
ResponderEliminarMolaa!!!!!!
ResponderEliminarMe ha molado un montón la forma del edificio del museo!
El segundo mural me ha encantado!!!!! Con todos esos colores!
Las edades de las chicas coreanas...Yo les echo como 28 la primera y 26 la segunda. Así para exagerar, a ver si acierto. jajaja
Y... Chinatown mola!!!! Lo del pescado seco está rico, hace un montón que no lo como, pero sí!!!!! Lo suelen comer en plan snack los chinos!!!!
Madre mía Luli, has acertado de lleno!! Premio para ti, recuérdamelo el próximo día xD
ResponderEliminarQué bueno!!!! En serio???? Lo he dicho totalmente aleatoriamente!
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